sábado, 20 de abril de 2013

Ajena a mi desvelo

La paz de tus ojos cuando duermes
me despierta.

El calor de tu piel madura
me envuelve.

La densidad de tus cabellos
secuestra mis manos.

En tus manos busco mi destino
armo eslabones.

La cadencia de tus pasos contagia
el latir de mi corazón.

Todo de ti me llama.
En tu regazo vivo.
En mis ansias muero.

Duerme ahora ajena a mi desvelo
que yo espero a que despiertes
para ver salir tu luz de sol.


Guillermo.