martes, 30 de diciembre de 2014

UN DOMINGO DE PLAZA

Allá viene Tía Lupita,
del otro lado Tía Inés
Buenos días comadrita,
buenos días tenga usted.
Voy al centro comadrita.
Que le vaya bien.

Pone su puesto de mangos,
madurados en jarrón.
Una sombrilla de manta,
y su niño en un rincón.

Anímese marchantita,
anímese, mire Usted.
Pruebe este para que se anime.
¿Cuántos va a querer?
¡Cómo creé marchantita!
¡Así le voy a perder!
Bueno, lléveselo pues.

A diez pesos marchantita,
menos no puede ser
¿Cuál le gusta marchantita?
¿Cuánto me puede ofrecer?
Ni usted ni yo marchantita
Ocho pesos está bien.

Pase, pase marchantita.
¡Mire que bien se ven!
Ya faltan pocos mi niño,
pronto vamos a comer.

Allá viene Tía Lupita,
del otro lado Tía Inés.
¿Cómo le fue comadrita?
Fue cansado, pero bien.

Lleva el rebozo cruzado,
lleva cansados los pies.
Dejó el puesto recogido,

lleva ahora de comer.

Guillermo.

lunes, 24 de noviembre de 2014

ELEGÍA A UNA MADRE

Madre, ahora polvo, tierra
A veces te recuerdo
Atizando el fuego con tus cartas
Pegada al rescoldo

Sola siempre, desolada
Esposa de la soledad

Recuerdo tus pasos en el alba, el azoro en tu corazón
Tus ojos saturados del negro de la noche
Tu miedo al ulular del búho y a la sordez de la serpiente
Tus pies atollados en las aguas turbias del río

Te recuerdo quebrada por perder un hijo
El grito desgarrado de tu cuerpo
El grito de tus ojos a otros ojos
El terrible grito de tus ojos
El extenso vacío de tus ojos
El desierto para siempre de tus ojos

Recuerdo ver salir tu corazón y echarse a correr enloquecido
Lo vi vaciarse en la tierra y marchitarse
Vi los sonidos extinguirse de tu boca
Y  vi la muerte en ti antes de morirte

Y entonces caminé al lado de la muerte
Le di la mano y me hice su hijo
Aprendí a escuchar el silencio de la muerte
Aprendí el canto triste de los muertos
A espantar espíritus con el humo de un cigarro
A hablar y escuchar con los ojos,
A no pedir
A poner la otra mejilla
Al quehacer del hombre

Ahora recuerdo
Te veo en mis ojos saturados de la noche.

Guillermo Sánchez.

lunes, 6 de enero de 2014

DESTIERRO

Nada. Por ti no siento nada
Mas no te olvido
Si eso fuera no existirían estas palabras
Tengo recuerdos felices, pero era la gente
Acaso  un poco  las  aguas de tu río
La enredadera sobre el árbol
Pero tu aridez todo lo seca
No sé qué tienes que por ti pasan las nubes
Si me enterraran e ti
Tendría sed como la tuve
Prefiero el fuego vivo
Mis cenizas en el bosque tendrían el rocío
La lluvia y la nieve
Mas no es tu culpa quedar en esas latitudes
Había personas felices
Eran las circunstancias

Guillermo.

NAVEGANTE

El lienzo de tu piel, encierra mi alma
A ciegas puedo recorrer el mundo
Viajo en la mar en lo profundo
Llego al remanso con  la calma.

A ti me oriento como la golondrina
Como meteoro surcando el firmamento
Como la grulla escapando del invierno
Como el enjambre en busca de su reina.

Cálida atmósfera, funde las penas
Vida resumida en los latidos
Entre lo inerte y el instinto
Labios rasantes, manos llenas.

Núcleo candente, centro de la tierra
Estrella polar, rosa de los vientos
Faro en la distancia, mi tiempo
Brújula en la mira, mi vela.


Guillermo.