Ver u observar, acciones distintas del ojo humano; del reino animal, en la tierra y en el agua. Ver la luz al despertar. Observar el movimiento de la tierra. Ver el movimiento de una rama. Observar el diseño natural de una mariposa, vida misma en cuerpo frágil, como ángel diminuto. Ver u observar, todo con el mismo órgano maravilloso, el ojo. Carne transparente, fibras mágicas, ventanas de la vida en todo ser. Ver en fracciones de segundo; observar, con detenimiento, sin prisa, con paciencia, por placer, por necesidad o por amor. Ver el reflejo del horizonte en el espejo de agua, observar el titilar de las estrellas. Yo, no veo el cielo; lo observo...busco en él tu presencia. Yo, no veo la luna ni las flores, las observo y encuentro en ellas tu luz de plata y la textura suave de tu piel.
Observación al natural, regalo de la vida. Te veo aparecer y mis ojos se regocijan al observarte. Ojos que contemplan tu cuerpo generoso, maduro…más que vivo…deseable. Ojos que contemplan los tuyos, que sin más me transmiten tu sentir. Te veo, te observo, te contemplo. Sí, observación al natural. Observo el delineado de tu boca adornada por tus manos. Tus oídos decorados. Mi mirada por instinto desciende hacia la doble luna de tus pechos. Tu vestido intenta contener esa dulce turgencia. Observo tu respirar y veo el latir de tu corazón. Tu risa explota y lo ilumina todo. Y espero a que vuelva a suceder para llenarme de tu luz. Observación al natural…regalo de la vida…ahora quisiera escuchar tu voz.
Guillermo.