Después de mi largo andar llego a tus aguas, arroyo cristalino. Sumerjo mi cuerpo, para saciar mi sed y atenuar el calor de mi jornada. Sin más, me olvido de todo. Sólo quiero escuchar tu murmullo. En él encuentro cantos de sirena, palabras tiernas, susurros de amor, gemidos de placer. Agua que fluye y canta al mismo tiempo. Los blancos tallos de los álamos adornan tu correr. Como yo, te contemplan satisfechos de recibir tu humedad tan generosa. Buscas el océano de maneras infinitas, aún cuando no ves el horizonte. ¡Que persistencia la tuya!! Por eso te admiro tanto…y me conmueves. Tus sinuosas corrientes rozan mi piel. Ahora estás aquí, ahora allá…pero también estás aquí. Agua mágica. Arroyo de agua fresca. Me dejo llevar por tu corriente. No importa si me arrastras. Tu turbulencia… solo apacigua la mía. Al final espero llegar a ese remanso, para admirar el reflejo de mi alma, junto al de tus ojos infinitos.
Guillermo.
Guillermo... cada vez que leo tus escritos me dejas hipnotizada ,por lo bello que escribes,y este último Murmullos...son palabras que expresan muchos sentimientos hermosos, lo que uno muchas veces quisiera decir,y no encuentra como hacerlo...realmente te felicito,no dejes de seguir escribiendo .Saludos desde Chile .Ilia
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