domingo, 13 de marzo de 2011

LA LUNA ENTRE MIS MANOS


Anoche tomé la luna entre mis manos.
Mientras dormías, ella iluminaba mi ventana.
Traté de detenerla en su viaje silencioso.
La acuné entre mis dedos, mientras pensaba en ti.

En la alborada sentí el titilar de los astros lejanos
y en mi insomnio aparecieron tus ojos.

Sólo el silbido del tren me sacó del asombro
lo mismo que a las aves aún dormidas.

La luna se posó en el horizonte, mi luna.
Traté de detenerla y se escurrió entre mis dedos.
El mundo gira y nos lleva en su órbita celeste.
Mis manos ahora vacías, a la espera de llenarse de ti
de tu propia luz, mi luz.


Guillermo.

Nota: Luna vista desde el bosque, en una noche iluminada.

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