viernes, 7 de agosto de 2009

Fuego Silvestre

Todo inicia de manera repentina. Algunas personas lo esperaban, con ansias, aunque sin precisión sobre el momento. Otras quedan sorprendidas ante esta llama insospechada. Humo en el horizonte, nube marrón empeñada en eclipsar el sol, señal inequívoca de un fuego creciente. ¿Cómo te inicias? Tal vez no lo sabré. Quizás simplemente fue un descuido, una brasa en el camino, la energía del sol concentrada en un cristal o una descarga electrizante surgida de los cumulonimbos en el cielo. Pero ahora estás presente y no puedo más que hacerte frente.


Fuego silvestre…y pensar que eres capaz de darme vida o muerte. ¿Acaso también surges del rescoldo del pasado? Tampoco lo sabré. Llamas que abrasan. En tiempos te disfruto por mi instinto natural; en otros, no te temo, te respeto por lo que eres. Noches iluminadas. Rosarios de lumbre abiertos a lo lejos. Pavesas flotantes. Remolinos propios. Fauna desesperada en busca de refugio. Rastrillos, palas, moto sierras. Copas ardientes de árboles ancestros. Conos serótinos esperando ser quemados para liberar esa semilla resguardada. Aves de acero vaciando estelas de espuma retardante. Brechas construidas con desesperación cuando sientes que te quemas. Hombres arriesgados lanzándose al vacío. Mujeres decididas, estoicas, apagando este fuego tantas veces deseado.


Tú y yo en medio de remolinos ardientes. Sentidos alertas a lo máximo. Fuego te siento en la piel, en mis ojos, en todo mi cuerpo. Los días pasan y no te apagas. Dormir no puedo en este momento. Te huelo, te respiro, escucho tu rugir salvaje. Ríos de sudor en tus sienes. Cuerpos combatientes llenos de energía, incansables, al ritmo que la situación demanda. Corazones palpitantes. Emociones múltiples. Lágrimas incontenibles. Pañuelos cubriéndonos el rostro. Ojos desorbitados. Garganta ardiente. Agua… ayúdame a apagar mi sed. Quiero que llegue tu lluvia abundante a apagar este fuego que me quema. Pero no te extingas…por ti vivo… ahora quiero la tibieza reconfortante de tus brazos.


Guillermo.


Nota: La fotografía utilizada en este escrito (Fuego silvestre) fue tomada de la galería de Slworking2 en Flickr y tiene una licencia de Creative Commons de Reconocimiento-No comercial 2.0 Genérica.

2 comentarios:

  1. Me emocionó tu escrito,Guillermo ..acá en el Sur de Chile, se ven con frecuencias los incendios forestales y da una pena enorme, ver como aquellos árboles, van muriendo uno a uno.Te felicito una vez más, porque transmites y describes , mucha emoción... sigue adelante.Saludos. desde Chile ...una fiel seguidora. Ilia

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  2. Gracias por tu comentario Ilia y por tu visita a mi blog.

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